Del Gateo a la Caminata Del noveno al doceavo mes de vida después del nacimiento A nivel físico, entre los nueve y los diez meses de edad, cuando el niño logra echarse boca abajo, y logra sostenerse sobre sus manos abiertas, sus brazos extendidos y sus rodillas flexionadas, descubre que, si presiona sobre el piso con sus manos y sus rodillas, obtiene el impulso necesario para comenzar a movilizarse gateando. Es así como, desde los diez meses, el niño gatea cada vez mejor, y, mientras ejercita y practica el gateo hacia adelante, poco a poco, aprende a sentarse solo desde la colocación boca abajo. Entre los diez y los once meses de edad, sujetado de la mano de alguna persona o sujetado con la mano de algún mueble del entorno del hogar, el niño logra pararse desde la posición de gateo; estando parado, se mantiene de pie apoyado sobre el mueble usando las dos y/o solo una de las manos, y se moviliza en el ambiente caminando de lado, de extremo a extremo del mueble.
De los once meses en adelante, una vez que desarrolla el equilibrio corporal, el control mental y la seguridad emocional necesarios, se mantiene de pie sin apoyo, por periodos más largos cada vez. Entre los once y los doce meses de edad, cuando el niño logra sujetarse de los objetos con independencia y logra empujar un banco o un andador con confianza, descubre que puede dar sus primeros pasos hacia adelante, y, poco a poco, con mayor libertad cada vez, decide, voluntariamente, hacia donde dirigirse caminando. Como consecuencia del perfeccionamiento del gateo y de la evolución de la caminata, desde los doce meses, los espacios y los tiempos de exploración activa y de descubrimiento directo del niño se van ampliando progresivamente.
A nivel mental, entre los nueve y los doce meses de edad, el niño aprende a conocer el mundo real y el mundo imaginario, característicos de la familia, interactuando en pareja con cada uno de los padres, de los hermanos, de los abuelos, y/o de los adultos que participan de la crianza; de esta manera, el niño ejercita y practica capacidades de exploración activa y de descubrimiento directo para aprender a conocer como funcionan el propio cuerpo, las personas, los objetos y el medio social y natural del hogar. A nivel emocional, entre los nueve y los doce meses de edad, el niño suele manifestar temor hacia las personas desconocidas, porque, en medida que, ejercita y practica capacidades de exploración activa y de descubrimiento directo, desarrolla las habilidades para identificar a las personas del grupo familiar, y para expresar, de manera no verbal y/o verbal, su aceptación o su rechazo hacia una persona que, eventualmente, participa del grupo familiar
Area de Desarrollo | Habilidades |
Física | -se para con apoyo. |
Mental | -descubre las características del espacio mientras empuja los juguetes: andador, coche de muñecas, carretilla, carro de compras, auto sin pedales. |
Emocional | -se comunica nombrando a las personas del entorno familiar: Mama, Papa, Hermano(a), Mamama, Papapa. |